El término empresa adaptativa o Adaptative Enterprise hace referencia a un concepto y estrategia enfocados a la capacidad que tiene una compañía para ajustarse y responder eficazmente a los cambios de su entorno interno o externo.
Para ello, es necesario que los líderes sean conscientes de que el cambio es constante y estar dispuestos a crear estrategias que les permitan adaptarse rápidamente a los desafíos y a las oportunidades; de esta forma, tienen más probabilidades de prosperar en el ámbito empresarial dinámico actual y sobrevivir a probables adversidades futuras.
Casos de éxito
Empresas como Google o EPAM – líder en desarrollo e implementación de tecnología para sectores diversos – han sido pioneras en adoptar este tipo de estructuras organizativas. Sería bueno que en un mundo donde los cambios se están dando a una velocidad sin precedentes, las empresas comprendan la importancia de adquirir las llamadas habilidades blandas, que implican un status quo colectivo.
Estas son las 10 principales características y principios que suelen incluir las Adaptative Enterprise:
- Agilidad. La organización es flexible y receptiva, capaz de ajustar sus estrategias, procesos y estructuras según sea necesario para enfrentar las circunstancias cambiantes.
- Resiliencia. Puede resistir impactos y perturbaciones sin sufrir daños significativos, recuperándose rápidamente y volviendo a operar con normalidad.
- Innovación. Se hace hincapié en la innovación y experimentación continua para mantenerse por delante de la competencia y adaptarse a las cambiantes necesidades de los clientes.
- Visión estratégica. Mantiene una visión clara a largo plazo mientras se mantiene adaptable a corto plazo.
- Colaboración. Fomenta la cooperación tanto dentro de la organización como con socios externos para aprovechar la diversidad de conocimientos y recursos.
- Centrada en el cliente. Tiene un profundo conocimiento de las preferencias y necesidades de sus clientes, con un enfoque en brindar valor y excelentes experiencias.
- Cultura de Aprendizaje. Fomenta una cultura de desarrollo continuo, mediante la cual se alienta a los empleados a adquirir nuevas habilidades y conocimientos.
- Toma decisiones basadas en data. Utiliza el análisis para tomar decisiones informadas, predecir tendencias y responder proactivamente a los cambios.
- Integración de tecnología. Aprovecha diversas herramientas, incluida la automatización, la inteligencia artificial y las plataformas digitales, para permitir una rápida adaptación e innovación.
- Gestión de riesgos. Los identifica y mitiga de manera proactiva, abrazando una cultura consciente del riesgo.