Fruto del amor prohibido entre Mayahuel y Quetzalcóatl, el mezcal es una bebida ceremonial para beber entre amigos pero en esta cuarentena, y de vez en cuando, se vale disfrutar solito. Aquí te dejamos sus 6 divinas razones por las cuales debes incluirla en tus próximas experiencias en grupo o cuando más se te antoje:
1. Relajante
Sus grados de alcohol actúan directamente sobre el sistema nervioso por lo que beberlo en medida provoca una sensación relax, de distención y desahogo.
2. Digestivo
Cuando el etanol es absorbido en el estómago favorece la vasodilatación, incrementa la producción de enzimas digestivas —como la pepsina implicada en la digestión de proteínas— y aumenta la producción de enzimas pancreáticas que digieren grasas y carbohidratos
3. Cero cruda
Al ser 100% de agave (Norma Oficial Mexicana), el mezcal sólo contiene los alcoholes propios de la fermentación de la piña y no aditivos ni azúcares adicionales. Además el proceso artesanal ancestral permite la presencia de compuestos de bajo peso molecular lo que conlleva a una mejor metabolización.
4. Gama de sabores
Existen en México aproximadamente 180 variedades de agave, de los cuales entre 38 y 40 son utilizados para producir mezcal de diferentes notas que además se pueden combinar.
5. Longevidad
La creencia popular dicta que un caballito al día reduce el nivel de triglicéridos, glucosa y colesterol. Si bien no está comprobado, hay varios estudios que dicen que la planta de agave mantiene en buen estado tus niveles en la sangre.
6. Preservación de tradición
Producir mezcal es un acto solemne y al mismo tiempo festivo, de unidad y comunión con la tierra. Consumir mezcal permite la generación de nuevos empleos y la conservación del modo de vida de las familias productoras.
El 90% del mezcal producido en México lo llevan a cabo familias cuyos palenques mezcaleros son sus propias casas.
“Una botella, un camino”, mezcal Mil Caminos es una deleitante marca ideal para tus próximas reuniones y eventos —para cuando acabe el confinamiento— ¡Qué te parece consentir a tus invitados con una experiencial cata! Sus variedades son producidas en regiones mezcaleras del hermoso estado oaxaqueño.
Espadín
De Zimatlán de Álvarez con agaves maduros de 8 años de edad, este agave es cocinado —al igual que todos sus hermanos de Mil Caminos— en un horno cónico de piedra de río y fermentado en tinas de sabino para después ser sometido a un proceso de doble destilación en alambiques de cobre. Posee aromas predominantes a ceniza, madera ahumada y tierra, así como a pimienta y flores de pétalos blancos.
Tobalá
Producido en Santa María Sola con agaves silvestres de doce años de edad, su fermentación es en tinas de sabino y es destilado dos veces en ollas de barro. De color plateado, predominan aromas a tierra, minerales, ceniza, madera ahumada, tabaco tostado, hierbas y miel. Su cuerpo robusto contrasta con los sabores suaves de chocolate, cáscaras de cítricos y especias.
Ensamble
De tres agaves silvestres: Tobalá, Tepeztate y Cuishe, es producido en Santiago Matatlán usando plantas de más de 12 años de edad con un proceso de fermentación en tinas de sabino y destilado dos veces en alambique de cobre. Posee notas ahumadas a tierra mojada y cítricos frescos con un toque herbal y aroma dulce.
Tragos con causa
Mil Caminos tiene convenios con centros de investigación y universidades que desarrollan proyectos para proponer métodos de aprovechamiento del agave y elaborar subproductos de la industria mezcalera. A su vez, mantiene una política de comercio justo con sus productores y está inscrito al programa de “Mezcales con Causa”.