La pandemia aceleró la transformación digital y laboral, lo cual están implicando la incorporación de profesionales con habilidades vinculadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
Relación máquinas – personas
Este nuevo binomio provocará que para 2025 surjan 97 millones de nuevos empleos, de acuerdo con el Foro Económico Mundial.
¿Cuál es el futuro para México?
Lamentablemente el país se está quedando atrás en la formación de mujeres con las habilidades técnicas y de conocimiento necesarias. El año pasado el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) encontró que solo 3 de cada 10 profesionales en STEM son mujeres.
Un análisis del IMCO sobre la matrícula de hombres y mujeres en carreras STEM entre 2012 y 2022 revela que:
- En todos los estados de la República Mexicana las mujeres en carreras STEM tendría que aumentar en al menos 71% para alcanzar un nivel similar al de los hombres.
- Las entidades donde se ha cerrado la brecha (Colima logró cerrar su brecha 9% mientras que Durango sólo 1%) se observa mayor productividad y hay mejores condiciones laborales para la participación e inclusión de las mujeres.
En 2022 había 494 mil 753 mujeres y 996 mil 519 hombres en algún programa STEM. Durante los últimos 10 años la cifra incrementó solo 4%, lo que indica que el ritmo de crecimiento de la matrícula es insuficiente.
Mayor competitividad y creavidad
De acuerdo con el IMCO, una mayor participación de las mujeres STEM no sólo tendría mayores beneficios para ellas, sino que elevaría el nivel de competitividad en las industrias y los estados, pues la diversidad de género en las industrias STEM y en la academia potencializa la solución de problemas en contextos más propicios para la creatividad.