Lo que inició como una fiesta casera entre amigos, hoy es un evento con tradición y, sobre todo, que contribuye a una causa noble: donar ropa y juguetes a niños y niñas en situación vulnerable. The Ugly Sweater Party es una idea de Lorenzo Ruiz –director general de LR Brand Equity Consulting y uno de los publirrelacionistas más reconocidos y exitosos en México– quien inició organizando este festejo decembrino en su casa, con sus amigos cercanos.
Cuando le preguntaban qué llevar, él pedía un suéter o juguete para un niño; los asistentes también comenzaron a llegar con suéteres navideños. Para el segundo año surgió la idea de premiar a la persona con la prenda más fea y así, año con año The Ugly Sweater Party fue creciendo y haciéndose más popular, al grado de organizarse en un hotel, con patrocinadores y fundaciones que igual se sumaron.
El primer hotel en ser sede de esta fiesta fue el Marquis Reforma, después cambió al JW Marriott Hotel Mexico City, donde el pasado 4 de diciembre se realizó la décimo tercera edición. “Estamos muy contentos de recibir, por tercer año consecutivo, esta fiesta, pero con causa, que es lo más importante, poder hacer comunidad y contribuir en proyectos con un impacto social positivo”, dijo Rodolfo Mercado, gerente de Comunicación y Marketing, del recién remodelado hotel.
Rebasando metas
Cada año, The Ugly Sweater Party se propone rebasar la meta del anterior, así, este 2024 la idea fue recolectar 400 suéteres para niños y niñas apoyados por la Fundación Cauce y por la Fundación del Instituto Nacional de Pediatría.
Una noche mágica y muchos corazones unidos
La velada transcurrió entre música, abrazos y, sobre todo, la idea de apoyar a quien más lo necesita. Diversos patrocinadores se sumaron este año para brindar momentos dulces a los asistentes y ponerle sabor–literal–, al encuentro, tales como: Pernod Ricard, Flyselect, Krispy Kreme, Miele, agua Fiji y Hugo Boss, marcas que consintieron a los presentes y a los ganadores del concurso que se realizó. Aunque lo más importante, fue la unión para compartir una prenda abrigadora y, sobre todo, brindar esperanza a un niño o niña que desafortunadamente experimenta una situación complicada.
Por feos… ¡ganaron!
Por su exhaustiva búsqueda en tiendas, confeccionar su propio suéter y portar el look más original, ellos fueron quienes cautivaron a los jueces del concurso. Más allá de los premios, el objetivo fue divertirse y apoyar.