Por: Luiz Bellini*
La Inteligencia Artificial (IA) tiene sus orígenes en la década de 1950, cuando científicos como Alan Turing, Marvin Minsky, John McCarthy y Herbert Simon empezaron a crear máquinas inteligentes. En 1956, se celebró la Conferencia de Dartmouth, considerada el nacimiento oficial del campo de la IA.
En la década de 1980 experimentó un resurgimiento gracias al desarrollo de los sistemas expertos, que podían imitar el razonamiento de expertos humanos en dominios específicos. En los 90, las redes neuronales y el aprendizaje profundo destacaron con aplicaciones en áreas como el reconocimiento de voz e imágenes. En la década reciente, ha experimentado un rápido progreso, impulsado por el aumento de la potencia de cómputo, la disponibilidad de grandes conjuntos de datos y los avances en algoritmos. En 2020, la inversión empresarial mundial en IA fue de 68,000 millones de dólares, un aumento del 40% respecto a 2019, reflejando el rápido crecimiento.
En la industria MICE el impacto ya se siente. Esta nueva tecnología está revolucionando los eventos y las exposiciones, ofreciendo oportunidades emocionantes para mejorar la experiencia de los asistentes y optimizar la eficiencia organizativa.
Automatización y personificación
Una de sus principales aplicaciones en este contexto es la personalización. Mediante el análisis de datos de los participantes para generar recomendaciones personalizadas sobre sesiones, expositores e incluso conexiones relevantes, creando una experiencia a la medida de cada asistente. Esto aumenta el compromiso y la satisfacción de los participantes.
Además, la IA puede automatizar tareas repetitivas, como el registro de entrada, la programación de reuniones y el seguimiento de asistencia, liberando a los organizadores para que se enfoquen en aspectos estratégicos. Los chatbots pueden brindar asistencia en tiempo real a los asistentes, respondiendo preguntas y proporcionando información clave.
El impacto en la logística y privacidad de datos
En el ámbito de la logística, esta nueva herramienta puede optimizar el flujo de tráfico, la asignación de espacios y la coordinación de proveedores, mejorando la eficiencia general del evento. Incluso puede anticipar y mitigar problemas potenciales, como cuellos de botella o conflictos de programación.
Sin embargo, la implementación de la IA también plantea importantes retos. La privacidad y seguridad de los datos de los participantes deben ser prioridad, y se requiere una cuidadosa gestión del cambio para que los organizadores y expositores adopten estas nuevas tecnologías.
Oportunidades y retos hacia el futuro
En resumen, la Inteligencia Artificial ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos en la década de 1950, y hoy en día es una tecnología crucial que está transformando prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas.
A medida que siga evolucionando, es importante que sigamos explorando su potencial mientras abordamos sus retos éticos y sociales. Cada vez más se integra en la industria de eventos y exposiciones y es necesario que los organizadores sepan aprovechar sus capacidades para obtener una ventaja competitiva significativa. Al ofrecer experiencias personalizadas y eficientes, podrán atraer y retener a un público cada vez más exigente, ofreciendo oportunidades significativas para mejorar la personalización, eficiencia y la experiencia del usuario.
Para aprovechar al máximo estas oportunidades, es esencial abordar los retos asociados, particularmente en términos de seguridad de datos, costos de implementación y gestión del cambio. Al hacerlo, los organizadores de eventos pueden crear experiencias más ricas y significativas, posicionando sus eventos a la vanguardia de la innovación tecnológica.
*Director General de RX México, con más de 20 años de experiencia en eventos y marketing. Graduado en Relaciones Internacionales con un MBA y una extensión ejecutiva en Marketing Digital por la Universidad de Illinois, así como estudios en emprendimiento tecnológico por la Universidad de Harvard.