Por: Eduardo Chaillo, CMP, CMM, CITP, CASE
La industria de reuniones ha demostrado ser fundamental para el progreso económico y social de los destinos sede, así como un catalizador de la colaboración e interacción de las personas en torno a un propósito. Sin embargo, aunque para 2023 ya estaba totalmente recuperada en términos de volumen, sin duda se encuentra inmersa en un contexto caracterizado por la Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad (acrónimo VUCA).
Los números están ahí, afortunadamente, 2023 fue el año de la plena reactivación a nivel global, incluso con resultados más alentadores que antes de la pandemia. Sin embargo, las variables geopolíticas y las repercusiones económicas de los sucesos internacionales han creado un ambiente incierto.
Considerando el contexto global
La volatilidad de la situación internacional ha obligado a la industria de reuniones a adaptarse rápidamente a cambios inesperados. Los organizadores han demostrado estar dispuestos a modificar planes y estrategias en respuesta a factores externos cambiantes.
Esta incertidumbre ha planteado desafíos en la planificación a largo plazo. Los profesionales desarrollan, en ese ambiente, estrategias flexibles que pueden ajustarse según evolucionen las circunstancias. La complejidad en la industria de reuniones requiere un análisis profundo y una comprensión de múltiples variables interconectadas, lo que ha implicado la necesidad de enfoques más matizados y colaborativos para resolver problemas.
Así, ante la ambigüedad, la industria se ha esforzado por crear claridad a través de la comunicación efectiva y una visión compartida tanto con los sectores económicos como con los gremios profesionales a los que atiende. Establecer metas y objetivos claros en un entorno incierto se ha vuelto fundamental.
Nuevo año
Para 2024, la industria de reuniones debe dar prioridad a la diversidad en todos los aspectos, incluyendo voces heterogéneas y representativas en la planificación y ejecución de eventos para enriquecer la perspectiva y la creatividad.
La equidad en nuestra actividad económica se traduce en la creación de experiencias que satisfagan las necesidades para todos los participantes, independientemente de su origen o características individuales. Establecer políticas y prácticas que promuevan la equidad es esencial para una industria inclusiva. Cada individuo debe sentirse parte integral de la comunidad de reuniones, sin importar su trasfondo.
Avances tecnológicos
La integración tecnológica en nuestra industria también jugará un papel central para el año que comienza. Su adopción, entendimiento e implementación será un tema crucial para la mejora de la experiencia de participación. Herramientas interactivas, inteligencia artificial aplicada a la organización de agendas y plataformas colaborativas estarán en auge para brindar un entorno más dinámico y efectivo.
Respetando el entorno
Por último, y nunca menos importante, sujetarse a los parámetros globales de sustentabilidad ya no será una opción sino un mandato del mercado. Los tomadores de decisión, organizadores de eventos y clientes buscarán reducir su huella ambiental a través de prácticas eco-amigables, energías renovables y gestión responsable de recursos, reflejando así la responsabilidad social y ambiental que la sociedad valora cada vez más.
Soy muy optimista en cuanto al futuro de nuestro sector. En México hay una industria unida, con jugadores que entienden el lenguaje global de los negocios, firmes liderazgos y una auténtica preocupación por la profesionalización. Esperemos que el ambiente político y polarizado en que nos encontraremos durante este año, no contamine la indudable evolución que ha mantenido la industria de reuniones en el país (y en el mundo).