CITA CON LA INDUSTRIA
Por: Alejandro Escalante*
En el mundo vertiginoso de los eventos y las reuniones, la responsabilidad que recae sobre nosotros como organizadores va más allá de la logística y la ejecución impecables. Es un compromiso profundo con la seguridad y el bienestar de cada persona que participa en nuestros encuentros.
Recientemente, un trágico incidente en el estadio de béisbol “El Obispo” nos hizo reflexionar intensamente. Una estructura cayó repentinamente sobre los asistentes durante un mitin político, cobrando la vida de nueve personas e hiriendo a muchas más. La pregunta inevitable resuena: ¿podría haberse evitado esta tragedia?
Se argumentó que vientos atípicos jugaron un papel crucial, aunque la alerta meteorológica emitida por conagua horas antes sobre torbellinos o tornados y rachas de viento de 50 a 70km/h podría haber sido un aviso temprano. Los permisos de protección civil estaban en regla según argumentan los organizadores, pero surge la interrogante ética: ¿Debería haberse suspendido el evento ante las condiciones climáticas adversas?, ¿pudo haberse reforzado la estructura de manera que estuviera más segura?
Los organizadores de eventos no solo deben coordinar proveedores y cronogramas, sino también velar por la seguridad y presionar constantemente a los expertos por decisiones acertadas. Somos corresponsables de cada detalle, desde un simple cable mal conectado que puede desencadenar un corto circuito, fuegos pirotécnicos con arreglos florales que pueden terminar en un incendio, mala calidad en la comida que pudiera provocar una intoxicación, un piso mal colocado que pudiera fracturarse y así, un sinfín de cosas que, por una mala supervisión, podría terminar en un fatal accidente. En el area médica, le llaman negligencia.
Este incidente nos recuerda dolorosamente que la capacitación no únicamente es fundamental en logística y producción, sino también en protección civil y primeros auxilios. Necesitamos estar mejor preparados para anticipar y gestionar situaciones imprevistas, creando una cultura de conciencia y responsabilidad en cada evento que organizamos.
La industria de los eventos debe evolucionar hacia estándares más rigurosos de seguridad y preparación, solo así podremos cumplir verdaderamente con nuestra alta responsabilidad compartida: garantizar que cada evento sea un espacio seguro para todos los involucrados.
En memoria de aquellos que perdieron sus vidas en El Obispo, renovamos nuestro compromiso de aprender y mejorar continuamente. Es hora de tomar decisiones que no solo sean eficientes sino también seguras.
*Comunicólogo con Maestría en Dirección de Empresas de Entretenimiento por la Universidad Anáhuac; Lleva más de 18 años en la industria MICE; hoy es director general en Paralelo Meetings and Events y presidente electo de MPI periodo 2024-2025.