El nuevo año marca el nacimiento de la generación beta (entre 2025 y 2039), un grupo que promete cambiar la forma en que interactuamos, nos conectamos y hacemos negocios. Estos jóvenes, nacidos en plena era digital y en un entorno donde la inteligencia artificial y la sostenibilidad ya no son tendencias, sino realidades, vienen con un mindset completamente nuevo, que se traduce en expectativas muy distintas hacia las marcas y experiencias. Para los event planners, travel managers y diseñadores de experiencias, será imprescindible adaptarse a esta mentalidad si quieren continuar siendo relevantes en el futuro.
Más tecnología
La generación beta se distingue por su búsqueda de autenticidad en todo lo que consumen, ya sea una experiencia o un viaje corporativo. A diferencia de generaciones pasadas, ellos demandarán personalización extrema y un fuerte componente de responsabilidad social. Además, su dominio de la tecnología inmersiva hará que los eventos tradicionales parezcan obsoletos. ¿Qué significa esto para el futuro de la industria? Que la tecnología no será solo una herramienta, sino la columna vertebral de cada evento. Los planners tendrán que abrazar tendencias como la realidad aumentada, el metaverso y soluciones de inteligencia artificial para crear entornos en los que estos jóvenes se sientan inmersos y comprometidos.
Negocios con propósito y valores compartidos
Este nueva generación no solo busca experiencias, busca marcas con un propósito claro y valores que reflejen sus propias preocupaciones. Las empresas que quieran conectar con ellos necesitarán ser transparentes y genuinas en sus propuestas, creando eventos que no solo tengan un impacto positivo a nivel personal, sino también global. Es aquí donde los organizadores deberán ajustar su estrategia, enfocándose en ofrecer experiencias que vayan más allá del entretenimiento, alineándose con causas sociales o ambientales.
La creación de vivencias colaborativas
Otro punto relevante es que esta generación prefiere ser parte del proceso creativo. No quieren solo consumir una experiencia, quieren co-crearla. Esto llevará a que las empresas del futuro comiencen a diseñar encuentros más interactivos y colaborativos, donde los asistentes no sean meros espectadores, sino protagonistas. Este cambio de enfoque redefinirá cómo las marcas y los event planners estructuran sus propuestas.